Empezar un nuevo negocio siempre es un riesgo. Hay muchas incógnitas y puede ser difícil predecir lo que funcionará y lo que no. Por eso es importante empezar con un producto mínimo viable (MVP). Un MVP es la versión más sencilla de tu producto que puedes crear, que sigue teniendo todas las características y funciones clave. Es importante que tu MVP sea lo más sencillo posible, para que puedas lanzarlo rápidamente y empezar a recibir comentarios de los usuarios. Este feedback es esencial para ayudarte a aprender qué funciona y qué no, de modo que puedas iterar y mejorar tu producto con el tiempo.Construir un MVP no tiene por qué ser complicado o caro. De hecho, cuanto más sencillo sea, mejor. Lo importante es centrarse en las características principales que son esenciales para su producto y sacarlas a la luz lo antes posible. Así podrás empezar a recoger opiniones y a introducir mejoras.
Un producto mínimo viable, o MVP, es un producto con las características suficientes para ser utilizado por los primeros usuarios. El objetivo de un MVP es probar una hipótesis con el mínimo esfuerzo y recursos. Estas son algunas de las ventajas que obtendrás al empezar con un MVP: Un MVP puede ayudarte a validar tu idea, a recopilar opiniones de los usuarios y a ahorrar tiempo y dinero a largo plazo. Lanzar un producto con todas las funciones puede ser caro y llevar mucho tiempo, por lo que empezar con un MVP puede ayudarte a lanzar tu producto al mercado de forma rápida y eficaz. Recoger las opiniones de los usuarios desde el principio puede ayudarle a modificar su producto si es necesario y asegurarse de que está construyendo algo que la gente realmente querrá usar. En resumen, un MVP puede ayudarle a reducir el riesgo y aumentar sus posibilidades de éxito.
El MVP es un concepto de la metodología Lean Startup, que hace hincapié en la velocidad de comercialización y la iteración constante basada en los comentarios de los clientes. El objetivo de un MVP es poner un producto en manos de los clientes lo antes posible para que pueda ser validado o invalidado con datos del mundo real. El coste de construir un MVP depende de las características necesarias para que el producto sea viable. Por ejemplo, un producto mínimo viable para una aplicación de redes sociales podría consistir simplemente en una pantalla de inicio de sesión y la capacidad de publicar actualizaciones, mientras que un producto mínimo viable para un sitio de comercio electrónico podría incluir un carrito de la compra y un proceso de pago. El coste de crear un producto mínimo viable puede oscilar entre unos cientos de dólares y decenas de miles de dólares, dependiendo de la complejidad del producto. Por supuesto, esto son sólo estimaciones: el coste real dependerá del producto concreto y del equipo implicado. En general, es importante recordar que el objetivo de un MVP no es construir un producto perfecto, sino más bien obtener la opinión de los clientes para que el producto pueda ser iterado y perfeccionado con el tiempo.