La criptodivisa está en auge y se está convirtiendo en la corriente principal. El bitcoin superó los 10.000 dólares por unidad en noviembre de 2017 y, desde entonces, cada vez más personas se interesan por esta "curiosidad" de internet.
Coinbase llegó a su punto máximo como la aplicación más descargada en la App Store a principios de diciembre, y los diferentes intercambios de bitcoin están reportando 100.000 nuevos registros por día. Pero pocos de estos nuevos adoptantes entienden realmente de qué se trata bitcoin, y cómo podría cambiar el mundo.
Bitcoin es una criptografía descentralizada. En inglés simple, es una moneda virtual (dinero) que puede ser usada para pagos, sin depender de un banco centralizado.
Sus tarjetas American Express y Visa están controladas por un banco central, que comprueba instantáneamente si tiene fondos para pagar la tarjeta de crédito. Esa comprobación se hace en una enorme base de datos llamada libro de contabilidad, que está alojada en un banco, en algún lugar.
Las criptocurrencias, por otro lado, tienen un libro mayor que es mantenido por miles de computadoras en todo el mundo. Es prácticamente imposible de hackear porque miles de sistemas alrededor del mundo mantienen una copia de seguridad de cada transacción.
Así que, aquí vamos.
La mining network de Bitcoin consume más energía que todos los países marcados en naranja.
Se estima que este año se utilizaron 29,05 TWh de electricidad en la extracción de bitcoin, lo cual es más que el consumo anual de electricidad de todos estos países.
La razón por la que Bitcoin 'desperdicia' tanta energía, es que los mineros deben resolver algoritmos muy avanzados para añadir nuevos datos al libro mayor. Piensa en ello como una prueba de recaptura, para asegurar que un hacker no pueda desbordar la red con transacciones manipuladas.
Este entorno de seguridad está costando al mundo mucha energía, especialmente porque algunas de las mayores minas de Bitcoin operan en países donde la electricidad es barata, pero también, no es limpia.
Se han inventado más de 1.000 altcoins en los últimos años, muchos de ellos siguiendo una tecnología similar a la de Bitcoin.
Uno de ellos llamado IOTA despertó nuestro interés. En lugar de la Blockchain (cadena de bloques de información) usada en Bitcoin, IOTA usa una base de datos llamada 'The Tangle'.
En lugar de exigir a una red de mineros que lleve el libro de cuentas de la IOTA, cada persona que realiza una transacción con la IOTA ayuda a llevarla a cabo validando otras dos transacciones antes de procesar la suya. Esto efectivamente hace que la red sea exponencialmente más poderosa cuanto más gente la use, pero más importante, GRATIS.
Bitcoin es una inversión extremadamente arriesgada, pero es el comienzo de una tecnología que bien podría cambiar la forma en que tratamos los pagos en un futuro no muy lejano.
Comprar tan sólo 25 dólares de Bitcoin será suficiente para introducirse en el funcionamiento de las cosas, en cómo almacenar el valor en una cartera digital y en cómo transferirlo a otras personas. Si te importan tus 25 dólares, te obligará a investigar más sobre ello y a mantenerte al día con las noticias.
Quién sabe, podría ser de 2.500 dólares a finales de 2018.
Se trata de un modelo funcional que puede utilizar para crear sus propias fórmulas y proyectar el crecimiento potencial de su negocio. Las instrucciones sobre cómo utilizarlo se encuentran en la primera página.