Así que tenés lo necesario: un buen producto, un equipo eficiente y una oficina acogedora y hermosa. ¿Qué falta? ¡Un plan de ventas! Esto es fundamental para lograr un crecimiento duradero para tu empresa.
Echá un vistazo a nuestra plantilla de Plan de Ventas que será útil para establecer la estrategia de tu equipo para lograr tus objetivos de ventas.
Un plan de ventas define una estimación de cuánto querés vender y cómo llegar allí. Debés incluir las ventas pasadas, tus clientes potenciales o actuales (quiénes son y cómo llegar a ellos), el lugar que ocupa tu empresa en el mercado y los posibles obstáculos que podés enfrentar en el proceso de ventas.
En algunos casos, un plan de ventas puede utilizarse para la aprobación de presupuestos, en otros casos, puede ser una herramienta útil para aprender del rendimiento anterior de la empresa y alinear los objetivos de tu equipo hacia una nueva meta de ventas.
Lo primero que hay que decidir es tu objetivo. Después de elegir tu métrica (ya sea las ventas o la cantidad de clientes), tu objetivo es el siguiente: cuántos clientes te gustaría alcanzar, qué porcentaje de crecimiento querés lograr en los próximos meses, etc. Siempre mantené los pies en la tierra y sé realista. El optimismo es bueno, pero no olvidés tener en cuenta otros objetivos de tu empresa, el tamaño del mercado en el que te encontrás y los recursos de los que disponés.
Es una buena práctica buscar la retroalimentación y el consejo de un experto: un vendedor experimentado, un contador o alguien en quien confiés en el tema. ¡Hacelo!
Un plan de ventas debe prever los próximos eventos anuales de tu empresa (es decir, en relación con las ventas). Esto puede terminar en una información muy abrumadora para vos y tu equipo. Una buena idea para evitar este sentimiento es establecer plazos claros de semana a semana, o de mes a mes.
Los pequeños hitos parecerán menos intimidantes y más accesibles para tu equipo de ventas o de marketing.
También deberías reconocer tu lugar en el mercado. Quiénes son tus clientes y cómo vas a llegar a ellos. Nunca intentés ser un producto o servicio para todo el mundo. Esto no funciona. Invertí tiempo en aprender quiénes necesitarían tu producto y cómo ganarte sus corazones. Ahora, ¡atacá!
Tené en cuenta cómo tus clientes llegarán a tu producto y lo que puede suceder después de que lo compren. En otras palabras, aprendé sobre el viaje de tu cliente y trazá un mapa: comenzá desde el momento en que tu cliente ni siquiera sabía de tu servicio o producto hasta que sea un cliente leal que recomiende tu empresa a sus amigos y familiares.
Asegurate de detallar tu ventaja competitiva de forma clara y sencilla. Si te toma demasiado tiempo o palabras para explicar por qué tu producto es mejor, replanteate la pregunta. ¿Qué hará tu producto por tus clientes potenciales? Eso sí, ¡sé breve y amigable!
Como podés imaginar, no hay una plantilla que funcione para todas las empresas. Debe ser adaptado a tus propias necesidades, recursos y objetivos. En algunos casos, el plan de ventas se adjunta al plan de negocios de la empresa, pero tiene sentido crear un documento separado para tu plan de ventas. Los ingresos de una empresa son lo que la mantiene viva y requiere la atención y el cuidado de su equipo.
Recordá revisar tu plan de ventas a medida que pasa el año constantemente. Podés necesitar actualizaciones de vez en cuando, ya que tus ingresos, gastos y condiciones cambian. También ayudará a tu equipo a asegurarse de que tus acciones están bien dirigidas hacia tu objetivo.